El Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) inició, junto al Ministerio de Trabajo de la Nación, una etapa de acciones permanentes de control. Es para alcanzar “trabajos de calidad y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores rurales”. Esta articulación implica, afirman, “un salto de calidad” en materia de inspección laboral.
Las acciones de desarrollan en conjunto con la Dirección Nacional de Fiscalización del Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación.
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La efectividad del trabajo mancomunado se refleja, aseguran, a través de los índices de detección en las fiscalizaciones. “Cuando las tareas son en conjunto, el porcentaje de trabajadores no registrados relevados llega al 62 por ciento. Mientras que cuando el ministerio efectúa las inspecciones de manera unilateral, es del 43 por ciento”, señaló Juan Conte, director nacional de Fiscalización del Trabajo. Asimismo, desde el área explicaron que los operativos conjuntos resultan más eficaces para detectar trabajo infantil e indicios de explotación laboral.
“El trabajo coordinado y articulado entre distintos organismos de control, del ámbito público y privado, es fundamental para combatir la informalidad laboral en el agro. A su vez, evitan la superposición de esfuerzos procurando el aprovechamiento de las acciones llevadas a cabo”, añadió Conte.
La iniciativa surgió de la necesidad de instaurar un sistema de inspección del trabajo especialmente orientado a detectar y dar respuesta a las necesidades del sector ante las realidades particulares de los trabajadores y empleadores rurales, su impacto sobre el resto de la economía y las complejidades climáticas y geográficas de las zonas en las que trabajan.