Desde hace unos años, los fiscales santafesinos Luis Schiappa Pietra y Matías Edery se acostumbraron a estar en el ojo del huracán. Investigaron delitos complejos de narcos, policías y empresarios y ahora tienen una suerte de bautismo persiguiendo a funcionarios públicos. Procesaron a fiscales, incluso a su jefe regional, e intentaron imputar al histórico senador del PJ Armando Traferri.
La política los merodea entre tironeos y desconfianzas, mientras persiguen un lugar de prestigio judicial. En palabras de Enrique Font, los dejaron "fungir de superhéroes de Ciudad Gótica".
A los fiscales Edery y @LSchiappaPietra varias veces los dejaron fungir de superhéroes de Ciudad Gótica. Y tanto les gustó que, atontados x el humo del ecocidio en el humedal, decidieron volver a calzarse los trajes para darles su merecido a los hiper villanos entrerrianos (1) pic.twitter.com/aozTCEAVz1
— Enrique Andrés Font (@quiquefont) October 21, 2022
Ahora, volvieron para arremeter contra los responsables por las quemas de los humedales en Entre Ríos. Pero en el apuro de montarse los trajes, con la intención de citar a una audiencia imputativa al gobernador de Entre Ríos y así recuperar un poco de su menguado protagonismo, "se les olvidó que está vez no operaban para nadie más que para ellos mismos. Por lo que su mediocridad y oportunismo resultaron descarnadamente expuestos", apuntó Font.
En una audiencia de apelación, la jueza Carina Luratti demolió sin piedad y expuso el patético intento de los fiscales de hacer una de esas jugadas reñidas con la legalidad y el debido proceso que hacen habitualmente. En este caso, intentar amañar una causa de competencia indudablemente federal en el fuero provincial.
"Si no fuera por el dispendio jurisdiccional innecesario, que la jueza les reprocha expresamente, sería algo tragicómico. Pero no lo es. Porque estos dos banales Batmanes del Mercosur, que cobran salarios injustificadamente altos y no pagan ganancias, causan mucho daño", cierra la publicación citada.