El calentamiento global es la problemática actual que mayor incidencia tiene en la población mundial. La preocupación por los efectos del calentamiento global aumenta a diario y también los esfuerzos mundiales para frenar sus consecuencias. Según el Acuerdo de París sobre el cambio climático, firmado en 2016, es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero para el año 2050. En ello, las energías renovables tienen un rol trascendental.
Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sostienen que los principales causantes del cambio climático son los combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón. En conjunto, proporcionan el 75% del total de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. De allí que las energías alternativas surjan como una salida real a la crisis climática.
¿Por qué es importante reducir la emisión de gases de efecto invernadero?
Las energías renovables son fundamentales en el desarrollo de las nuevas tecnologías. Se apuesta plenamente a ellas como una fuente de producción limpia, sostenible, confiable y accesible.
En la actualidad, se estima que casi el 30% de la electricidad mundial se genera de manera alternativa y se prevé que dicha cifra aumente con el paso de los años hasta dejar de depender totalmente de los combustibles fósiles.
Este es un pronóstico alentador, dado que los gases de efecto invernadero no permiten que el calor del sol salga de la atmósfera, y lo retienen en su interior haciendo que la temperatura de nuestro planeta se incremente. Se trata principalmente de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y los gases fluorados, que se producen de manera natural, pero que aumentaron en exceso a partir del uso de los combustibles fósiles.
Por esta razón, ¿Qué son y qué tipos de energía renovable existen?
Las energías renovables son aquellas fuentes energéticas provistas por la naturaleza y que pueden renovarse de manera ilimitada. Se reponen mucho más rápido de lo que se consumen, a diferencia de los combustibles fósiles que tardan cientos de millones de años en formarse. Además, su emisión de gases de efecto invernadero en el aire es escaso o casi nulo.
Estas son:
- Energía solar. La radiación solar se concentra a través de paneles fotovoltaicos o espejos y se genera energía eléctrica, calor, refrigeración y combustible.
- Energía eólica. Se produce a partir de la energía cinética del viento mediante turbinas eólicas que se ubican en superficies terrestres o acuáticas.
- Energía geotérmica. La energía se obtiene mediante depósitos geotérmicos que generan electricidad a partir del vapor natural. Estos depósitos se ubican mayormente en pozos y se abastecen de la energía térmica disponible en el interior del planeta.
- Energía hidroeléctrica. El movimiento del agua, al elevarse o descender pronunciadamente, produce energía que es aprovechada por las plantas hidroeléctricas. En la actualidad, es la mayor fuente de energía alternativa que existe en el mundo.
- Bioenergía. Este tipo de energía se produce a través de materiales orgánicos, conocidos como biomasa (madera, carbón, estiércol, residuos, desechos, entre otros). Su método de producción es la quema de biomasa y, si bien emite gases con efecto invernadero, lo hace a niveles mucho más bajos que los combustibles fósiles.
Ventajas de las energías renovables
Una de las mayores ventajas del uso de energías renovables es que su producción se encuentra en el entorno natural; de esta forma, estas pueden ser generadas por la mayoría de los países. Se trata de mecanismos más sanos que reducen la contaminación del aire y, por consiguiente, aportan a entornos de vida digna y saludable.
En la misma línea, la producción de energías renovables resulta más barata en comparación con la tecnología utilizada en otras fuentes y generan nuevos puestos laborales. Además, según ONU, la reducción del impacto del calentamiento global permitirá al mundo ahorrar hasta 4,2 trillones de dólares por año desde el 2030.
Más allá de conocer qué son y los beneficios de las energías renovables, es fundamental resaltar que cada persona puede hacer el cambio. ¿Cómo? Utilizando productos sostenibles y que estén diseñados para cuidar el medio ambiente.
Alrededor del mundo son numerosos los ejemplos del uso de energías renovables así como los esfuerzos por contrarrestar el cambio climático. Y tú, ¿cómo contribuyes?