Aparecieron los primeros coletazos institucionales, luego de las denuncias por violencia de género y laboral presentadas por afiliadas -y afiliados- del SEOM. A última hora del miércoles, se anunció que apartaron a los jefes del área cuestionadas.
“A partir de la situación de público conocimiento expuesta por personal de Protección Vial, la Municipalidad de Rafaela decidió licenciar de sus funciones a los cinco coordinadores de dicha área, a fines de que el proceso de investigación se desarrolle con total normalidad, en pos de la búsqueda del rápido esclarecimiento de los hechos”, decía el escueto mensaje.
El martes, el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales realizó una asamblea y las delegadas decidieron un paro para este martes 25. Tras esto, el DEM activó un protocolo, pero afirmaba no tener detalles de las denuncias.
Más de un centenar de delegadas de SEOM participaron de una asamblea de mujeres en la que se abordaron recurrentes hechos de violencia de género y discriminación sucedidos en el Área de Protección Vial y Comunitaria.
Encabezada por Anahí Raffaelli, Secretaria Adjunta de SEOM; y Eloísa Torreano, Secretaria Gremial; el encuentro llevado a cabo este martes se desarrolló bajo modalidad híbrida, con la presencia de la totalidad de las trabajadoras delegadas de Rafaela, y la participación virtual de las representantes de Esperanza, San Vicente y las 45 comunas adheridas al gremio.
Denuncias
Además del paro decretado para el próximo martes 25 de abril, las presentes suscribieron un pedido formal que será remitido a los ámbitos ejecutivo, legislativo y judicial, en el que la organización gremial manifiesta “haber recibido reiteradas denuncias de parte del grupo de mujeres que trabajan dentro de esa área, sobre situaciones de abuso de poder, desigualdad de género y el miedo instalado que paraliza a las compañeras y las deja en un lugar de extrema vulnerabilidad. Los testimonios, audios y grabaciones recopiladas refieren a situaciones de violencia laboral, psicológica, simbólica y sexual.
Se han detectado situaciones de exclusión y barreras que imposibilitan el normal desarrollo laboral del grupo de compañeras, quienes se ven desplazadas e imposibilitadas a hacer uso de ciertos recursos, como el uso de vehículos o la posibilidad de hacer horas extras. Del mismo modo, se ha desestimado el cuidado de la salud no atendiendo e ignorando la falta de insumos y la necesidad de generar un real cambio que posibilite desarrollar las tareas laborales dentro de un ámbito digno y cuidado desde una mirada integral.”
Los primeros testimonios y la gravedad de los mismos deben haber sido tal que derivó en la suspensión de estos cuatro hombres y una mujer.