La investigación por el asesinato del subinspector Leoncio Bermúdez (42 años), ocurrido el 14 de noviembre pasado en la puerta del hospital Provincial, tuvo un importante avance este jueves por la mañana.
La fiscal Gisela Paolicelli imputó a Pablo Cristian Gastón Sosa (22), el sospechoso que ingresó al centro de salud para rescatar al preso que estaba internado y a la salida mató a tiros al policía.
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También fueron acusados los reclusos Joel Gabriel Ibarra y Lautaro Román Núñez –alojados en el pabellón 9 de Piñero–, por haber sido quienes planificaron el golpe, por el que ofrecieron un pago de 2 millones de pesos en caso de lograr el cometido. Todos quedaron en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, según resolvió la jueza Verónica Lamas González, que consideró que como agravante que se trató de un crimen de odio, una calificación legal que habían pedido los abogados querellantes Nair Moreno, Nicholas Oviedo y Gabriel Sarla.
Audiencia
En la audiencia imputativa que se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal, la fiscal ubicó a Sosa como el sicario de Bermúdez, quien quedó filmado disparándole en el rostro a la salida de la guardia del hospital. El gatillero fue arrestado por la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones el pasado 20 de diciembre en inmediaciones de Presidente Roca y Anchorena después de tareas de inteligencia.
Sosa y un cómplice –que permanece prófugo– ingresaron armados a la guardia del Provincial con el objetivo de liberar a Gabriel Guillermo Lencina, un preso de Piñero, condenado por homicidio, que estaba internado por un tratamiento de tuberculosis. Afuera, hicieron de campana dos adolescentes de 14 y 15 años –y una tercera persona no identificada– que quedaron filmados y que, una vez viralizadas las imágenes del homicidio, se presentaron ante la Justicia de Menores, aunque por su edad no son punibles.