Matías Funez tiene diez años, practica fútbol desde "la mitad" de su vida y es fan de Franco Armani, el arquero de River. Desde hace diez días, no puede moverse de la cama, primero las del hospital de Niños Víctor J Vilela y después la de su casa, en los alrededores del aeropuerto. Un accidente automovilístico lo dejó con una quebradura expuesta de tibia y peroné y un pronóstico de reposo por dos meses. El tiempo que no podrá entrenar le preocupa, pero no tanto como encontrar a la mujer que corrió en su auxilio aquel 10 de julio a media mañana, cuando quedó herido en medio del tránsito. "Quiero agradecerle todo lo que hizo por mi, casi me salvó la vida", dice con una sonrisa contagiosa que le llena la cara.
Las imágenes del accidente quedaron grabadas en el sistema de monitoreo del Ministerio de Seguridad de la provincia y circularon insistentemente en los medios de comunicación. Matías acababa de bajar del colectivo de la línea 142 en la esquina de Mendoza al 7500. Iba a la carpintería de su papá, a pocos metros de allí. Ese día pensaba ir a ver Toy Story 4 junto a una compañera del colegio.
Pero el destino quiso otra cosa. Ni bien descendió del colectivo quiso cruzar la calle, y en eso estaba cuando un Chevrolet Corsa lo chocó. Matías impactó en el vehículo y quedó tendido debajo del colectivo. Quiso moverse, pero se dio cuenta de que una pierna no le respondía. No se acuerda si gritó.
Afortunadamente, un limpiavidrios y un vendedor de chipá que trabajan en esa esquina vieron el siniestro. Ellos detuvieron el tránsito y una mujer se acercó, lo abrazó, llamó al servicio de ambulancias y se ofreció a buscar a su papá.
"No me acuerdo como era, sí que me abrazó y que se le caían las lágrimas. La estoy buscando para agradecerle todo lo que hizo por mí", dice Matías, diez días después del accidente, mientras descansa en su casa lleno de los mimos de su familia, su abuela y Tomy, el gato del hogar.
Por el siniestro quedó detenido un hombre de 23 años que aparentemente tenía antecedentes por conducción riesgosa.