Estados Unidos se convirtió en el único país con más de 3 millones de contagios de COVID-19 tras superar por primera vez los 60.000 en un día.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump defendió su criticada gestión de la crisis, y discrepó con los epidemiólogos de su Gobierno tras insistir en relanzar actividades, incluidas las clases.
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Pese a que el país atraviesa el mayor repunte de casos de en dos meses, Trump dijo que la mayoría de los nuevos contagios son "inofensivos".
Además, exageró el alcance de una caída en la tasa de la mortalidad de la enfermedad en Estados Unidos, y aseguró falsamente que es la menor del mundo.
Desde el principio del brote nacional, que es lejos el peor del planeta, con más de 132.000 muertes, el presidente republicano minimizó la gravedad de la enfermedad, se negó a hacer obligatorio el uso del barbijo a nivel nacional y se resistió a usarlo en público.
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Con el país ante una casi segura recesión antes de las elecciones de noviembre, Trump amenazó con recortar fondos a las escuelas públicas que no reabran, luego de exigir ayer a los colegios que vuelvan a dar clases desde septiembre.
Fuente: Télam