Llega el verano y aparecen las urgencias. Las redes sociales ofrecen dietas rápidas y atajos para llegar al peso ideal. Sin embargo, perder kilos a gran velocidad puede descompensarnos, alterarnos el metabolismo y llevarnos a un efecto rebote, que nos deje, incluso, con gramos de más.
“Hay que recordar que, en las dietas rápidas, los primeros kilos que se pierden se deben a la eliminación de agua corporal y no de tejido graso, ya que la grasa es un tejido de reserva y, como tal, no se destruye fácilmente”, señala la nutricionista Carolina Caligiuri (M.N. 4.797).
Leer también: Investigaciones de argentinos pioneros: ¿cuándo funciona el plasma?
Las restricciones calóricas devenidas de estas dietas “exprés” acarrean complicaciones a corto, mediano y largo plazo. Caliguri enumera esos efectos adversos posibles:
- Constipación,
- arritmias cardíacas,
- intolerancia al frío,
- sequedad de la piel,
- caída del cabello,
- cefaleas,
- dificultades en la concentración,
- mareos,
- fatigas,
- desgano,
- debilidad muscular,
- calambres musculares,
- hipotensión,
- riesgos patológicos,
- amenorreas
- y, en situaciones extremas y puntuales, incidencia en casos de muerte súbita.
Otro dato importante es la reducción de la masa ósea: ante la pérdida importante de peso se reduce la densidad mineral ósea de forma proporcional a la cantidad de peso perdido. No está aclarado aún si esta respuesta constituye una adaptación fisiológica o si estas dietas de muy bajo valor calórico tienen algún efecto específico sobre el hueso.
Leer también: Se fabricarán al menos 150 millones de las vacunas Oxford en el país
La Academia de Nutrición y Dietética de los Estados Unidos establece que, si el objetivo es perder peso, son necesarios un mínimo de 14 encuentros con un experto durante un período de al menos seis meses.
Los estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) van en la misma línea. Esto significa que hay que prestar atención y desconfiar de aquellas dietas que prometen pérdidas de peso milagrosas superiores a un kilo a la semana.
Para la nutricionista, el mejor resultado se logra deshaciéndose del exceso de grasa corporal progresivamente, adquiriendo hábitos saludables, evitando las complicaciones ya mencionadas y beneficiando la salud.
Fuente: Con Bienestar