La emergencia sanitaria en que se encuentra el mundo como consecuencia de la pandemia tiene consecuencias muy dolorosas para quienes sufren la pérdida de un ser querido, cualquiera fuera la causa de ese fallecimiento. En Rafaela, desde que se declaró el aislamiento social preventivo y obligatorio está prohibido realizar los velatorios: cuando se produce el fallecimiento de una persona, solo dos deudos pueden concurrir a despedirlo y en el cementerio municipal tampoco se permite el acompañamiento de seres queridos, ya que sólo tres personas pueden hacerlo. Ni siquiera si el fallecido tiene 5 hijos, por ejemplo, se permite que todos lo acompañen hasta su morada final.
En la jornada de este jueves, se produjo el deceso de una persona en Rafaela por coronavirus. Al dolor inmenso que causa toda pérdida, su grupo familiar sumó también la imposibilidad de tomar contacto con el cuerpo para una despedida final, dado que estos casos se aplica un protocolo especial. Sin embargo, el dolor fue peor cuando la familia se enteró que el presidente comunal de la localidad de Bella Italia impidió que la sepultura se llevara a cabo en el cementerio Pax Dei, una necrópolis privada que está en la jurisdicción de la vecina localidad.
Aparentemente, el presidente comunal Héctor Perotti habría invocado una ordenanza local en la que se impide la sepultura en ese cementerio de personas que hayan fallecido por enfermedades infecto contagiosas, pero está en duda la legalidad de una medida semejante. Lo cierto es que al dolor por la pérdida y al impacto que generó en la comunidad el fallecimiento de la primera víctima local del coronavirus, se suma ahora esta situación que plantea una alarmante falta de empatía con el dolor ajeno.
El cuerpo del hombre fallecido hoy está alojado ahora en una sala especial del Cementerio Municipal, a la espera de su traslado a un crematorio regional en donde se hará la cremación del mismo.