Lara Arreguiz, la joven de 22 años que murió apenas una semana después de contagiarse de COVID, captó la atención nacional por la voracidad con la que el virus arrasó con su vida. Además, puso en evidencia las deficiencias del sistema de Salud frente a la segunda ola.
La foto de Lara, recostada en el pasillo de un hospital, sin cama ni atención, tapada solo con una campera, recorrió las redes sociales. Claudia Sánchez, mamá de Lara, publicó este martes una serie de capturas con conversaciones vía Whatsapp que mantuvo con su hija, previo al desenlace fatal.
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"Sr Villano -Director del Hospital Iturraspe-, obvio que usted no puede entrar en polémica conmigo, yo estoy diciendo la verdad. Tengo los chats dónde se demuestra que mientras estuvo en la sala de aislamiento no fue asistida más que con oxígeno", expresó Claudia Sánchez en redes sociales.