Juan Carlos Pallarols, platero argentino de renombre internacional, ha realizado piezas de gran valor estético, técnico e histórico de todo tipo. Sus obras más célebres y significativas son los bastones de mando presidenciales. Hasta 1983, era confeccionado con caña de malaca, detalles de oro macizo y borlas. Con el regreso de la democracia, el flamante presidente Raúl Alfonsín prefirió el modelo propuesto por Pallarols por sobre el estilo europeo que habían usado presidentes y dictadores anteriores.
En el día conmemorativo del paso a la inmortalidad del Gral. José de San Martín, Pallarols reveló un anhelo infranqueable en el cual trabajó por años: la reconstrucción del rostro del prócer.
“Todos coinciden que tenía una cicatriz en la mejilla, que yo no vi nunca en un cuadro, que tenía una nariz aguileña, ojos muy negros y profundos, con una boca pequeñita. Reuní todo estos datos y llegamos a una cara de San Martín, bastante aproximada de como era el libertador”, detalló al aire de Cadena OH!.
“Tuve el privilegio de tener el sable de San Martín durante casi un mes, con él pude observar todas las marcas de la espada y las campañas que atravesó. Al tenerlo conmigo, hice un calco, a una escala mayor para ponerlo en la plaza San Martín en Corrientes, en un lugar donde dicen que él les enseñaba a combatir a sus soldados. Ese sable va a estar apoyado en tres grandes libros de piedra que representan la independencia de Argentina, Chile y Perú”, adelantó.
Pallarols es famoso en el mundo entero: participó en muchas exposiciones internacionales como el Pabellón Argentino en París, en el Metropolitan Opera de Nueva York, en Sevilla y en Tokio. En 1996 el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires lo declaró Ciudadano Ilustre por su trayectoria y su participación en la cultura argentina. Tiene 78 años.
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