El franciscano Fray Mamerto Esquiú fue consagrado beato en la explanada de la iglesia de Piedra Blanca, a poco metros de la casa de adobe donde nació en 1826, en una ceremonia con estrictos protocolos que obligó a unos dos mil fieles a seguir la transmisión a través de pantallas en un predio cercano.
La santa misa estuvo encabezada por la imagen de la Virgen del Valle que lució un manto especialmente bordado por devotos de la Virgen y de Fray Mamerto Esquiú en el que estaba estampado un mapa de Argentina donde sobresalían las provincias de Catamarca, donde nació Esquiú; Córdoba, donde fue Obispo Diocesano; el rostro del beato y tres flores como estrellas, que representan los votos que hizo como franciscano, que fueron pobreza, obediencia y castidad.
Frente a la iglesia, en la plaza principal de Piedras Blancas, se ubicaron en sillas los 1.200 invitados a la ceremonia, entre los cuales el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Olivieri; el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil; autoridades de distintas provincias y representantes eclesiásticos.
El camino para la beatificación tuvo un paso importantes el 24 de abril de 2019 cuando la Comisión Teológica de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano dio por aprobado el milagro y el 21 de noviembre de ese año en Roma la Consultación de los Médicos de nivel internacional convocada por la Santa Sede declaró su inexplicalidad, y fue atribuido a la intercesión del fraile franciscano. Finalmente, fue decretado beato por el papa Francisco el 19 de junio de 2020.
La ceremonia iba a realizarse el pasado 13 de marzo pero fue postergada hasta hoy por la situación sanitaria que vivía el país en ese momento derivada de la pandemia de coronavirus.
La misa tuvo lugar a escasos metros de la vivienda de adobe donde nació el fraile, sobre la cual se construyó un tinglado para preservarla, y que refugia aún algún mobiliario de la época.
La vivienda fue visitada por el legado papal tras un acto que siguió a la misa en el que el arzobispo emérito de Tucumán recibió una réplica en plata del corazón de Fray Mamerto Esquiú cincelada por el reconocido platero Juan Carlos Pallarols, quien se encuentra en Catamarca participando de los actos.
La celebración del primer beato catamarqueño se organizó con tres días de festividades, que comenzaron el viernes cuando el gobernador Jalil recibió al legado papal, que luego presidió una misa en la Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle ante un número reducido de autoridades provinciales y eclesiásticas que portaban doble barbijos y fueron acreditadas con anticipación.
Para este domingo están previstos otros actos protocolares y una misa de Acción de Gracias por la Beatificación que presidirá el cardenal Mario Poli, Arzobispo de Buenos Aires.