El turismo se ha convertido en uno de los sectores con mayor proyección en Argentina de cara a los próximos meses, gracias a una serie de estrategias coordinadas entre la administración pública y el sector privado que están teniendo muy buenos resultados. De hecho, esta industria se está adaptando con rapidez a una nueva realidad, donde los visitantes internacionales ganan peso a la vez que se promocionan nuevas formas de viajar.
A su vez, esto implica una remodelación total del sector, donde los perfiles laborales necesitan adaptarse y las compañías se especializan en paquetes muy detallados. De este modo, aspectos como colaborar con otras empresas especializadas, apostar por modelos sostenibles o incluso fomentar el aprendizaje de un segundo idioma para contar con una población cada día más bilingüe o incluso políglota se convierten en activos imprescindibles.
La progresión en Argentina ya se ha podido observar durante el pasado mes de enero, que ha supuesto un éxito rotundo para el sector. Los datos extraídos demuestran buenos niveles de ocupación hotelera, pero también unos pronósticos muy favorables para los próximos meses.
En el último carnaval se demostró el potencial del sector
Esta tendencia se ha mantenido después en torno a los carnavales, una festividad donde Argentina ha sabido posicionarse como uno de los lugares de referencia para ser visitados. El buen clima, una situación geográfica espectacular y la posibilidad de combinar esta actividad con otras permiten que los viajeros alarguen sus estancias.
El Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación habla de tres millones de viajeros por todo el país, algo que ha beneficiado tanto a los principales núcleos urbanos como a zonas alejadas donde destaca la naturaleza. Esto convierte al país en uno de los referentes a nivel global y líder indiscutible de Sudamérica, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer para equipararse con otras potencias en el sector.
La diversificación es una ventaja competitiva fundamental
Una de las principales ventajas competitivas de Argentina ha sido su apuesta por la diversificación, algo que permite llamar la atención de nuevos perfiles de turistas que se interesan por nuevos modelos más sostenibles. Por supuesto, el sol y la playa sigue siendo un atractivo fundamental, pero se combina con otras estrategias basadas en la cultura, la naturaleza o el deporte.
Por ejemplo, la última campaña de Córdoba trata de fomentar los municipios alejados del principal circuito turístico del país, para impulsar los deportes acuáticos en armonía con la naturaleza. Esta estrategia busca generar nuevas sensaciones en el viajero para establecer una relación de fidelidad, algo muy importante en el marco del turismo internacional.
Este proceso también se ha podido observar en la última edición de Fitur, donde el turismo de naturaleza se ha convertido en el motor diferencial de Argentina. La idea ha sido un éxito rotundo y se esperan resultados muy positivos en los próximos meses, sobre todo porque hablamos de un país que se transforma por completo con cada estación del año.
Por lo tanto, no hay ninguna duda de que el turismo internacional tiene un futuro muy prometedor en Argentina, posicionándose como uno de los sectores más influyentes en la economía del país. Los pasos que se están dando van en la buena dirección, aunque todavía hay mucho camino por delante.