No es ninguna novedad señalar que hay un crecimiento exponencial del robo de cables en toda la provincia, sobre todo, en las grandes urbes como Rosario, Santa Fe y Rafaela.
El vocero de la EPE, Esteban Rezza, dio números contundentes de lo que le cuesta a la EPE este delito. “Esto es una problemática que excede a la provincia de Santa Fe. Tenemos relevado en el año 2023 perdidas por 4 millones de dólares en robo de cables y trasformadores, tanto en zona rural como urbana. Son números muy elevados”, afirmó.
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Un informe señala que en Argentina, el robo de cobre ha alcanzado proporciones alarmantes, ocasionando no solo pérdidas financieras considerables para las industrias, sino también perturbaciones en infraestructuras críticas como redes eléctricas y sistemas de transporte.
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En este contexto, el Concejo Municipal de Santa Fe, aprobó promover el soterramiento de los cables de luz para evitar los hurtos.
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