Por orden de la Municipalidad, ayer se colocó ayer un vallado de protección frente a la fachada del Club Italiano, que desató gran cantidad de conjeturas. Es que la entidad atraviesa un proceso de normalización rumbo a una asamblea determinante para la suerte de la institución, que se realizará el 23 de noviembre, y en ese agitado escenario se cruzaron denuncias y deslizaron sospechas acerca de la acción de lobbys inmobiliarios con aceitados contactos políticos. Lo cierto es que la estructura metálica se instaló sólo para prevenir la caída de materiales del frente del club, ubicado en Buenos Aires 1252.
Mientras los obreros levantaban el vallado, las especulaciones se multiplicaron con gran velocidad. Las acusaciones de los últimos meses alrededor del rumbo institucional y la posibilidad de desembocar en la construcción de un edificio, situaron al club bajo un manto de sospechas permanentes.
Más allá de eso, desde los sectores mayoritarios que participan en la política de la entidad negaron que se trate del inicio de un proceso de demolición para un desarrollo inmobiliario posterior.