Una docente de la escuela Ángela Peralta Pino, en Rafaela, reportó la desaparición de su teléfono móvil de su mochila durante el horario de clases.
Posteriormente, una madre de un estudiante le entregó la funda del dispositivo, lo que llevó a las autoridades a investigar el caso.
Gracias a esta pista, las fuerzas de seguridad identificaron que el celular había sido vendido a un residente del barrio Virgen del Rosario. Durante un allanamiento en una vivienda de la calle Pascual Brusco, un hombre de 29 años entregó voluntariamente el teléfono, alegando haberlo adquirido de un joven conocido de la familia.