Las imágenes de este jueves en la costanera de Santo Tomé se revelaron desoladoras. La bajante del río ofreció un aspecto lúgubre, con una gran cantidad de peces muertos y un olor putrefacto.
En sus redes sociales, Daniela Qüesta se mostró preocupada por la situación. "Es una imagen que nos impacta y entristece enormemente", expresó. Por otro lado, informó que actualmente desde el Municipio están trabajando junto al Ministerio de Ambiente y Cambio Climático. Es para investigar las causas del fenómeno.
Según indicó la mandataria, "los ejemplares que estamos observando en Santo Tomé vienen bajando por el río y llevan muertos entre 4 y 5 días, aproximadamente. Esto indica que el problema no se originó en nuestra zona particularmente. Sino que viene desde otras localidades".
Además, manifestó que, según las investigaciones realizadas en toda la provincia, "la pronunciada bajante multiplica y agrava los efectos negativos de cualquier tipo de contaminación que pueda llegar hasta el río" y agregó: "La mortandad de peces incrementa los niveles de oxidación del agua y disminuye la cantidad de oxígeno, ocasionando más muertes".
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La histórica bajante del Paraná creó el escenario propicio para la mortandad de miles de peces a lo largo de sus diversos cauces en el Salado. La merma en las marcas pluviométricas que presenta en general la cuenca del Paraná ha producido un descenso y permanencia en niveles hidrométricos bajos, como nunca antes ha ocurrido, al menos en los últimos 100 años.