Un hombre disfrazado de policía baleó a la gente en sus casas y desató incendios en una masacre en la provincia de Nueva Escocia que dejó 17 muertos. Se trata del ataque más letal de este tipo en la historia de Canadá. El sospechoso también murió, informaron el domingo las autoridades.
Varios cuerpos fueron localizados dentro y fuera de una residencia en la pequeña comunidad rural de Portapique, ubicada 100 kilómetros (60 millas) al norte de Halifax. También se localizaron cadáveres en otras localidades.
La policía dijo que la persona que creen es la responsable de los ataques se llama Gabriel Wortman, de 51 años, y se cree que vivía en Portapique parte de su tiempo. Las autoridades señalaron que en un momento dado utilizó un uniforme de policía y adaptó su vehículo para que pareciera una patrulla de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, por sus iniciales en inglés).
En un principio la policía anunció que había arrestado a Wortman en una gasolinera de Enfield, a las afueras de Halifax, pero más tarde informó de su muerte. Se desconoce la causa, y las autoridades no comentaron al respecto.
"Este es uno de los actos de violencia más insensatos en la historia de nuestra provincia'', dijo el premier de Nueva Escocia, Stephen McNeil.
"Como país, en momentos como este, nos unimos para apoyarnos unos a otros. Juntos nos lamentaremos con los familiares de las víctimas y les ayudaremos en estos momentos difíciles'', afirmó el primer ministro Justin Trudeau en un comunicado escrito.
"El hecho de que este individuo tuviera un uniforme y un auto de policía a su disposición sin duda deja ver que no fue un acto cometido al azar'', comentó, y añadió que las autoridades creen que actuó solo.
To those who lost loved ones following the senseless violence in Nova Scotia, and to the @RCMPNS family mourning the loss of Cst. Heidi Stevenson, know Canadians across the country are mourning with you - and are here to support you through this tragedy. https://t.co/J6TM2od0Le
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) April 19 2020