La AFIP denunció penalmente en 2020 a los responsables de Vicentin por el supuesto uso de facturas “truchas” para acceder engañosamente a reintegros de IVA por exportaciones por alrededor de 140 millones de pesos, lo que en términos técnicos se denomina “aprovechamiento indebido de beneficios fiscales". Sin Mordaza consultó a la empresa y obtuvo los datos que se detallan en esta nota.
El importe reclamado es menor a U$S 10 millones (no U$S 50 millones cómo expresó el Diputado Del Frade) y representa menos del 1 % del IVA pagado por Vicentin en el período en cuestión.
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Cabe aclarar, que Vicentin es agente de retención, así que casi el 80% del crédito fiscal fue ingresado al fisco. Con motivo de esa denuncia, estarán compareciendo ante el Juzgado Federal de Reconquista a cargo del Juez Federal Alurralde, diferentes miembros de la empresa, con el objeto de prestar declaración indagatoria.
La AFIP no ha discutido la realización de las operaciones (entrega de la mercadería, pago, realización y depósito de retenciones, etc.), adecuada y suficientemente probada por Vicentin en el expediente, sino que en función de verificaciones realizadas muchos años después, ha detectado que ciertos proveedores no cumplieron con sus obligaciones fiscales y penaliza a los compradores.
El Fiscal tampoco ha objetado las operaciones ya que no desconoce la actividad del fisco en el control de toda la cadena granaria (administración de registros de contribuyentes, emisión de cartas de porte, pagos efectuados a cuentas CBU, etc), y el estricto cumplimiento de esas normas observado por Vicentin en su operación, sino que pretende demostrar un “ardid” basándose en una supuesta falta de independencia del Contador Interviniente, totalmente inexistente.
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El tema de facturas apócrifas es una vieja discusión entre AFIP y contribuyentes, que mayoritariamente los Tribunales de alzada vienen definiendo en favor de estos últimos. El Fisco pretende trasladar a los contribuyentes sus responsabilidades de fiscalización, colocando el mote de facturas apócrifas o truchas a operaciones en las que simplemente el obligado no cumplió con sus deberes fiscales y la AFIP lo penaliza bajándolo de los registros con efecto retroactivo.
Vicentin realizó las compras (en todos los casos con la intervención de corredores que constituyen un control más de la cadena), recibió la mercadería, la elaboró y exportó, cumpliendo con todas las obligaciones necesarias para recuperar el IVA pagado. Incluso, en las operaciones cuestionadas actuó como agente de retención del impuesto e ingresó el mismo al fisco, por lo que no existió perjuicio fiscal.
Algo bastante distante a decir que Vicentin “expide facturas truchas” o que sus funcionarios realizaron un ardid para defraudar a la AFIP.