El sábado se vivió un descontrol y golpes en la fiesta de egresados de la Escuela Normal de Esperanza. Luego del trabajo de un grupo de padres que organizaron la fiesta y cumplieron con todas las exigencias que impone el municipio, el problema fue el pésimo servicio de catering que no cumplió con lo acordado.
La situación tomó la mayor tensión cuando los asistentes advirtieron que el servicio gastronómico no cumpliría con lo contratado, ya que en algunas mesas habían entregado una bandeja de fiambres y algunas bebidas y en otras nada. Comenzaron allí las peleas, los gritos y los empujones.
Algunos eligieron hacer justicia por mano propia y tomaron bebidas del área de servicios y otros se tomaron a golpes de puño. El descontrol fue tal que el personal policial contratado como adicional convocó a refuerzos y fue allí que llegaron patrulleros del Comando Radioeléctrico.
Fue allí cuando los asistentes advertían que los mozos se retiraban del lugar y el supuesto encargado del servicio gastronómico fue retirado por la policía en un patrullero con intensiones de preservar su integridad física y calmar la situación.
La policía informó en el predio que la fiesta había sido suspendida cuando ya se había superado las dos horas del domingo. Al mismo tiempo el servicio de emergencias médicas también requirió refuerzos en la atención al trasladar al SAMCo y Sanatorio Esperanza a tres pacientes, uno con un cuadro de preinfarto y los otros con heridas.
Los disgustos y los golpes de puño hicieron que unas 15 personas debieran recibir atención médica en el lugar.