En medio de la preocupación por la suba del dólar blue y la demora en la liquidación por parte del sector agropecuario, que afecta a las reservas del Banco Central, Alberto Fernández y Sergio Massa se mostraron juntos para dar una señal de sintonía.
Los ruidos de los últimos días en el Gobierno, que desembocaron en la salida del jefe de Asesores, Antonio Aracre, empeoraron un panorama complicado, y el Presidente junto al ministro de Economía buscaron aplacar la desconfianza de los mercados ante las versiones de una supuesta renuncia.
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El primer mandatario recibió al titular de Hacienda en Olivos, y después difundieron oficialmente una foto que los exhibe juntos, cercanos y sonrientes. Desde la residencia oficial emitieron sendas videoconferencias, y después charlaron sobre las variables económicas, la disparada de las divisas paralelas -hoy el dólar alcanzaba los 440 pesos-, la nueva negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda, y sobre la estrategia para contener la disminución de reservas en el Banco Central.
El encuentro de hoy se produjo en una semana de encontronazos en la relación, esta vez, por la filtración de supuestas medidas económicas disruptivas, como un posible desdoblamiento cambiario (que desmintieron); y por los rumores sobre una salida de Massa de su cargo, que también negaron, porque podría sacudir los cimientos el Gobierno. Esas versiones generaron malestar en Economía, donde apuntaron directamente contra el ahora ex asesor, Aracre. Alberto Fernández también lo responsabilizó por los supuestos contactos en off con periodistas y empresarios, y lo eyectó anteayer de su cargo.
Esa decisión, junto al cónclave de hoy en Olivos, fueron señales de respaldo a Massa a pesar de los desencuentros en la crisis. Las peleas se sumaron a los desalentadores datos que arrojó el Indec según su más reciente medición, con una suba de la inflación de marzo hasta alcanzar el 7.7 por ciento. Más allá de las políticas de controles de precios, que no surten efecto, en Hacienda evalúan una suba de tasas, luego de que los rendimientos en pesos quedaran por debajo de la la evolución de los precios.