La crecida del río Paraná resuena en ríos cercanos como lo es el Salado en la zona de la ciudad de Santo Tomé. El ascenso del nivel es sostenido desde principios de octubre cuando comenzaron a registrarse importantes precipitaciones en toda la cuenca.
Tal es así que en el último mes el crecimiento del río Salado en la ciudad vecina a la capital santafesina fue de 1,65 metros, si se compara la altura registrada este viernes 1° de diciembre (5,05 m) y la del 1° de noviembre (3,40 m). En la zona de la costanera el agua superó uno de los caminos peatonales construidos cercanos al Puente Carretero, mientras que algunas viviendas ubicadas en el valle de inundación a la vera de la Circunvalación Oeste quedaron anegadas.
Luego de más de tres largos años de sequía y bajante de los ríos, en la actualidad la situación cambió por completo y ya se registran niveles similares a los que predominaron en 2019. Según los datos históricos de la Coordinación de Prevención Hídrica del gobierno Provincial, el río Salado vuelve a superar los 5 metros luego de cuatro años.
El 24 de enero de 2019 alcanzó los 5,04 m y se mantuvo por encima de los 5 m hasta el 13 de febrero de ese año, momento en el que empezó a bajar y pasó de 5,08 a 4,98 m. Durante esa crecida el valor máximo alcanzado fue de 5,44 m, entre el 29 de enero y el 4 de febrero.
Hay que tener en cuenta que el río Salado a la altura de Santo Tomé está directamente relacionado a lo que sucede con el río Paraná, ya que su desembocadura coincide con afluentes. Por lo tanto, si el Paraná crece y genera desbordes en sus bañados, el Salado recibirá un mayor caudal.
