Puerto Madryn está ubicada en la provincia de Chubut y es el lugar por excelencia para realizar el avistamiento de ballenas. Esta ciudad se destaca porque está cerca de la Península Valdés, además de ser el centro de los servicios de la región.
Entre los principales atractivos que tiene, está la Ballena Franca Austral, que puede presenciarse en las aguas del Golfo Nuevo. Este es uno de los monumentos de nuestro planeta que está vivo y es respetado y admirado a nivel mundial. Lo que tiene de interesante es que las ballenas se reúnen para su reproducción, y para amamantar las crías cerca de la ciudad.
Cada año, desde octubre hasta marzo, se da inicio a la temporada de los cruceros en Puerto Madryn. Esto significa que llegan aproximadamente 46 embarcaciones, que se amarran al muelle y cientos de turistas recorren los lugares más importantes de la Península Valdés.
Esta ciudad tiene una infraestructura variada y moderna. Además de ofrecer una gastronomía envidiable, los alojamientos y agencias de viaje ofrecen servicios que dejan a los turistas más que satisfechos. En cuanto a la cultura, Puerto Madryn es una gran sede de eventos, donde además se destacan las artesanías y los espectáculos al aire libre.
Cómo iniciar un viaje económico
Si se planifica esta visita con tiempo, es posible conseguir vuelos baratos para reservar el paquete que se amolde a las necesidades de los viajeros y evitar quedarse sin lugar durante la época de avistamientos.
Conseguir vuelos baratos es una excelente oportunidad para tener la posibilidad de gastar ese dinero en otras actividades que permiten conocer aún más la ciudad. Muchos turistas quedan encantados con los avistamientos de diversas especies de animales y cada año viajan para vivir nuevamente esa experiencia.
Puerto Madryn es un lugar ideal para observar ballenas porque tiene cantidad de ejemplares, está cercano a la costa, es de fácil acceso, su temporada es larga; es posible ver a las hembras parir y amamantar a los ballenatos y, lo más importante: también es posible observar a otros mamíferos.
¿Cuál es la mejor fecha para ir a Puerto Madryn?
Puerto Madryn presenta una singularidad notable, ya que experimenta dos periodos de alta actividad turística. El primero abarca aproximadamente a partir de la segunda semana de diciembre al 15 de marzo, coincidiendo con la temporada estival, momento en el que numerosos visitantes acuden para disfrutar de las playas locales y su alrededor.
El segundo período, conocido como la temporada de avistamiento de ballenas, se extiende de junio a diciembre, cuando la Ballena Franca Austral realiza su acercamiento a la costa patagónica, para completar su ciclo reproductivo.
Durante este lapso, muchos turistas eligen visitar la ciudad para participar en actividades de observación. Destacando dentro de estas fechas, el mejor momento se experimenta durante las vacaciones de invierno en julio y de septiembre a noviembre, ya que es cuando se avistan mayor cantidad de cetáceos y el clima es agradable.
Las ballenas francas australes suelen encontrarse entre mayo y diciembre, siendo la concentración más significativa en los meses de junio, julio y agosto. Desde la costa, es posible avistarlas en la playa El Doradillo, ubicada a pocos kilómetros de Puerto Madryn, opción que no conlleva costo alguno.
De forma alternativa, se puede optar por realizar una breve excursión hasta Puerto Pirámides y contratar un paseo en lancha para avistarlas en alta mar, lo que permite una proximidad única de estos mamíferos. Este espectáculo resulta tan impresionante que bien vale la pena invertir en la experiencia de presenciarlas de tan cerca.
¿Cuándo se ven las ballenas en la Península de Valdés?
En la Península Valdés, el arribo anual de ballenas francas marca el comienzo de un espectáculo único. Este evento, que tiene lugar entre abril y mayo, se inicia con la llegada de los primeros ejemplares solitarios, incluyendo adultos, hembras preñadas y juveniles.
Este fenómeno no es casual, ya que cada año, más de mil ballenas francas realizan un largo viaje desde sus áreas de alimentación hasta las costas del Área Natural Protegida Península Valdés, ubicada en la provincia de Chubut.
Desde el mes de abril hasta diciembre, estas aguas se transforman en el epicentro de la reproducción y cría para una de las poblaciones más grandes de esta especie en el hemisferio sur. Durante este extenso período, las hembras experimentan el nacimiento de sus crías, a quienes amamantan mientras otras llegan para destetar a las ballenas nacidas el año anterior y para participar en el proceso de apareamiento.
La mayor concentración de individuos se da entre los meses de agosto y septiembre, tras la conclusión de la mayoría de los nacimientos. En octubre, las ballenas inician su migración hacia sus áreas de alimentación, y para diciembre, son escasas las que permanecen en la Península Valdés, culminando así un ciclo anual.
¿Cuál es la temporada de avistamiento de ballenas?
Para realizar alguna excursión en Puerto Madryn o la Península Valdés, es crucial tener en cuenta que la temporada óptima para realizar avistamientos se extiende desde septiembre hasta noviembre. No obstante, durante el periodo de mayo a noviembre, también es posible avistar algunas ballenas, ya que algunas de ellas se acercan a la costa durante este tiempo para reproducirse o alimentar a sus crías.
En el periodo que abarca desde mayo hasta diciembre, es destacable que la mayor presencia de ballenas se registra entre septiembre y noviembre. Octubre se destaca como un mes propicio para disfrutar de la observación de estos cetáceos.
¿Por qué son mejores los días lluviosos?
Para aquellos que estén considerando visitar Chubut y presenciar el espectáculo de los cetáceos en el Golfo Nuevo, es considerable tener en cuenta el clima. A continuación, las razones por las que los días de lluvia se aprecian más los avistamientos.
Temperatura más agradable
La lluvia trae consigo una experiencia más amena, por el simple hecho de no someter a los turistas a bajas temperaturas, ya que al llover aumenta la humedad. En el caso particular de Puerto Madryn, al acercarse al Golfo la temperatura se torna más amigable y cuando la embarcación se detiene para el avistamiento nadie siente frío.
La gama de colores del cielo
El paisaje lluvioso regala colores que el sol no puede, simplemente porque aumenta el contraste de lo que se observa. Los días lluviosos tienen una paleta única de colores que son incomparables.
El contacto de la lluvia con el agua forma tonos diversos de verde, además de que el color de las ballenas resalta sobre un cielo completamente gris.
Es una actividad que los niños aman
En las embarcaciones realizadas en Puerto Pirámides, la mayoría cuenta con cubierta que protegen a los pasajeros de la lluvia. Desde allí, el avistamiento se puede hacer de un modo más cercano. Esta actividad, para los niños representa una verdadera experiencia única, en parte porque a esas edad la naturaleza le fascina y es todo un mundo por descubrir y en segundo lugar porque les permite conocer de cerca una de las especias más reconocidas del país.