La investigación por los crímenes de los taxistas Héctor Raúl Figueroa, Diego Alejandro Celentano, el colectivero Marcos Iván Daloia y el playero Bruno Bussanich, ocurridos el pasado mes, llegó a una audiencia imputativa clave este martes en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
Entre los acusados se encuentra Alejandro Isaías Núñez, alias “Chucky Monedita”, detenido en la cárcel de Piñero, donde cumple condena por homicidio y prisión preventiva por otros expedientes.
Leer también: Pullaro restituyó los pabellones de alto perfil para narcos y sicarios
Hoy, “Chucky Monedita” fue imputado por los fiscales Patricio Saldutti, Franco Carbone y Adrián Spelta por supuestamente instigar los crímenes de los dos taxistas y además ordenar la balacera a la Comisaría 15°. Se usó la misma arma para cometer los tres hechos, según descubrió la Justicia.
Los investigadores afirmaron que le encomendó el plan a su pareja, Brenda Pared, que tiene prisión domiciliaria en una causa por venta droga y que es su única visita autorizada a la cárcel. “Chucky” se encuentra encerrado pabellón 28 de Piñero, en el nivel 1 de alto perfil, considerado uno de los mayores puntos de conflicto entre los detenidos y el gobernador Pullaro.
Brenda, de acuerdo a la imputación, fue quien se habría encargado de distribuir las armas a los sicarios, junto a cómplices como Macarena Muñoz y su pareja, Gustavo Márquez, que reclutaron a dos menores de edad no punible y a un adolescente de 16 para cometer el crimen de Figueroa.
Leer también: Imputan a seis personas por los homicidios mafiosos de los taxistas, el colectivero y el playero
El crimen del taxista, ocurrido en la primera semana de marzo, con nueve disparos hallados en el lugar, habría sido cometido por los dos primeros adolescentes. Uno de ellos ejecutó a Figueroa desde fuera del taxi. El otro, que iba en el asiento de pasajero, recibió un disparo de bala en el abdomen. Luego, se refugiaron en una casa, donde Macarena Muñoz les entregó dinero, supuestamente, para que se tomen otro taxi y así huyan.
Ambos habrían cobrado 300 mil pesos por el ataque que le costó la vida a Figueroa. Por el crimen del taxista Celentano, se cree que los sicarios cobraron 200 mil pesos.
Un hermano menor de edad de Macarena Muñoz -una especie de gerenciadora de los bunkers de Chucky-, está sospechado de reclutar la mano de obra menor de edad para los ataques. El fiscal Spelta reveló un dato impactante en la audiencia: un testigo de identidad reservada afirmó el 11 de abril pasado ante la Justicia de menores que quien mató al taxista Diego Celentano fue el mismo que mató al playero Bussanich y al taxista Figueroa.