La comuna de Carlos Pellegrini, a 170 kilómetros al suroeste de la ciudad de Santa Fe, regresó a fase tres del aislamiento social, a raíz del incremento de casos de COVID-19 tras desarrollarse una fiesta clandestina en la zona rural de la localidad. El Ministerio de Salud determinó una serie de restricciones que comenzarán a regir desde la medianoche del domingo, por un plazo de 14 días.
Sin embargo, el brote habría comenzado días atrás, en consonancia con un mayor relajamiento de la población, que derivó en la realización de reuniones familiares y otras actividades restringidas.
"En la fiesta participaron más de cien personas de distintas localidades, pero el problema no se da ahí, sino en un cumpleaños que se realizó días previos", señaló la titular de la comuna, Marina Bordigoni. A su vez, explicó que el "caso cero" surgió por medio de un joven, cuya pareja es oriunda de Piamonte, una de las localidades aledañas a Carlos Pellegrni, entre ellas San Jorge, Cañada Rosquín y El Trébol.
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El evento clandestino salió a la luz cuando comenzaron las consultas en el SAMCO local a partir de un comunicado difundido por Protección Civil de la localidad. "Les pedimos a los que fueron a la fiesta que si tenían síntomas se acercaran al SAMCO y los que no, que se aislaran para evitar contagios masivos", señaló Bordigoni.
Lo más preocupante para la jefa comunal, es la inexistencia de camas de terapia intensiva en Carlos Pellegrini, de modo que, ante una caso que presente complicaciones, la comuna debería derivarlos a otras localidades. "Nos preocupa porque no tenemos terapia intensiva. Y si hay pacientes críticos, tenemos que derivarlos a El Trébol o a San Jorge, por eso tenemos que tratar de colaborar con las medidas sanitarias de prevención", razonó Bordigoni.
Asimismo, agregó que "hasta anoche teníamos trece contagiados, que son jóvenes y transitan la enfermedad sin inconvenientes. También hay dos personas mayores y una mujer embarazada a punto de parir".
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Sin embargo, la jefa comunal destacó que las autoridades sanitarias tuvieron que "hisopar a 20 empleados de un frigorífico, lo cual motivó al cierre preventivo del lugar, mientras hay otros 20 ciudadanos que esperan el plan Detectar para hisoparse".
A partir de esta situación, el Gobierno provincial, a través del Ministerio de Salud, decretó el retroceso a fase tres para la localidad, que hasta el fin de semana pasado no conocía los males de la pandemia.
