Horacio Ángel Bruno, quien el viernes 8 de julio pasado sufrió quemaduras de consideración con su esposa en un incendio ocurrido en su vivienda de Pte. Perón al 4000, falleció a últimas horas del lunes como consecuencia de las heridas.
La pareja había sido trasladada al hospital José María Cullen luego de que se desatara un incendio en el interior de un inmueble en barrio Barranquitas a causa de un desperfecto eléctrico. La mujer fue derivada a una clínica privada.
Desde un inicio, la víctima permaneció internado en terapia intensiva, con estado delicado y pronostico reservado. Estaba con respiración mecánica asistida, falla renal, y un posible proceso infeccioso por un cuadro febril.
La Municipalidad emitió recomendaciones para prevenir incendios
Ante los efectos de las bajas temperaturas y/o los elevados índices de humedad, continúa el uso domiciliario de elementos para calefaccionar ambientes, aumentando así los riesgos de incendios en espacios cerrados. Debido a esa situación, el municipio, desde la dirección de Gestión de Riesgo, emitió una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta.
El subdirector de Operaciones municipal, Marcelo Barca, explicó que “lamentablemente, en esta época del año, observamos la ocurrencia de muchos incendios en domicilios”. En esa misma línea, contó que la mayoría de estos incidentes ocurren por problemas eléctricos, sea una deficiencia en el sistema o sobrecarga de tensión. Además, indicó que por lo general, faltan elementos de seguridad y/o protección en esos sistemas, por lo cual, “un sobrecalentamiento se agrava con la falta de artefactos de detección temprana, como una térmica”.
En ese sentido, el funcionario enumeró algunos puntos clave a tener en cuenta: “Lo primero que hay que hacer es controlar bien todo nuestro sistema eléctrico en casa, con un electricista matriculado, que nos diga si la carga que estamos teniendo en el sistema es la adecuada”. Asimismo, mencionó la importancia de “corroborar que los sistemas de protección actuarán ante la mínima ocurrencia de una elevada temperatura en algunos de los cables, incluso si se corta la corriente”.
Luego, en base a la calefacción con llama abierta -sea por combustible líquido, kerosene, nafta o gasoil; por material sólido, carbón, leña; o por el propio gas- hizo hincapié en prestar atención al color y comprobar si es es anaranjada o azul. Según Barca, “siempre debe ser azul, ya que el anaranjado nos dice que se está produciendo más monóxido de carbono de lo normal. Recordemos que una llama, por más azul que sea, genera monóxido de carbono”.
De igual modo, recordó que “la manera de evitar un inconveniente, siempre va a ser asegurar la ventilación de las áreas para evacuar el monóxido”. El subdirector de Operaciones del municipio estableció que siempre debemos tener una mínima ventilación para evacuar el monóxido de carbono, “caso contrario nos va a afectar. La ventilación siempre tiene que ser superior”, explicó.
