La ocupación de camas pediátricas en la provincia ronda un 60 y 70% como consecuencia del aumento de internaciones por enfermedades respiratorias. Las cifras son similares al 2019, último año de referencia antes de la pandemia.

"La emergencia pediátrica la decretamos no por un tema epidemiológico, en ese sentido obviamente y como era habitual hasta el 2019 estábamos cursando casos de bronquiolitis, porque en 2020 y 2021 no tuvimos, prácticamente no había gente internada en terapia. En el 2023 volvimos a valores de hace cuatro años, como en el caso de la meningitis y en mayo arrancamos con la alta demanda respiratoria, como bronquiolitis, arenavirus y rinovirus. Esto aumentó mucho la demanda, las consultas y la internación, que se puso casi crítica en mayo", recordó.